19 jul 2010

SE ACERCA EL INICIO DE LA PRETEMPORADA , PREVISTA PARA PRINCIPIOS DEL MES DE AGOSTO Y TODAVIA NO SE HAN RENOVADO LOS COMPONENTES DE LA JUNTA DIRECTIVA QUE DIMITIERON EN LA PASADA ASAMBLEA GENERAL ORDINARIA . LAS DIVERSAS REUNIONES TANTO CON REPRESENTANTES DEL GOBIERNO MUNICIPAL , ANTIGUOS DIRECTIVOS , ENTRENADORES Y PADRES DE LOS DEPORTITAS DE NUESTRO CLUB NO HAN DADO COMO RESULTADO LA FORMACION DE UNA NUEVA JUNTA DIRECTIVA . DESDE AQUI ANIMAR A CUANTAS PERSONAS DESEEN AYUDAR CON SU COLABORACION PARA QUE NUESTROS CHICOS Y CHICAS SIGAN PRACTICANDO SU DEPORTE FAVORITO .


POR OTRA PARTE FELICITAR A NUESTRO ENTRENADOR JOSE MORALES POR APROBAR CON UNA EXCELENTE NOTA SU DESEADO CARNET EN EL CURSO DE ENTRENADORES NIVEL 1 ORGANIZADO POR REAL FEDERACION ESPAÑOLA DE FUTBOL


12 jul 2010

El fútbol -según Sacchi- es la cosa más importante de todas las que no lo son. Desde luego, llevado con sentimiento, es la menos divertida del mundo por lo mucho que obliga a sufrir y, sin embargo, mueve tanto y agita tanto que anoche nadie pensaba en otra cosa que no fuera llorar. De lo que fuera. De alegría, de pena, de ambas cosas.

España se jugaba contra Holanda un Mundial. Por mucho que eso sea escrito miles de veces habrá quien no termine de asumirlo. Quien necesite la agenda deportiva de Biff Tannen -el malo de Regreso al Futuro- dentro de varias décadas para terminar de digerirlo. Tal vez entonces los incrédulos se hayan recuperado de la resaca de hoy.

España ya es campeona del Mundo. Gustico reporta el contarlo. Y lo fue desde el principio en el corazón y en la mente de varios profetas y algunas profetisas. Sobre todo de una inquieta cincuentona que, en el bar irlandés probablemente más abarrotado del mundo, no paraba de ofrecer consuelo a uno que le iba a dar algo.

Le contaba a su novia, que tampoco estaba para muchos trotes, que ella tenía un hijo de su edad y que "lo mejor sería darle un valium". Pero no había ni era momento de buscar una farmacia de guardia. De todos modos, ni eso ni un tranquimazín calmaría durante los larguísimos 120 minutos de envite los agitados y hambrientos espíritus de los ahumados y embutidos bebedores.
Realmente, beber bebieron poco. A medida que las patadas de los holandeses -de Naranja Mecánica sólo parecían tener la mala leche exhibida por Stanley Kubrick en su película- elevaban los decibelios las formas se perdían y el gaznate se cerraba. Entre otros motivos, porque con alcohol en el buche era imposible mentar a la madre del karateca De Jong o del, simplemente, prescindible para el fútbol van Bommel. "Vaya panda de tíos desagradables y feos". Ése fue el comentario más suave que se puede escribir.
Mientras, discretamente ataviados, aunque tan naranjas como las de Valencia, un par de holandesas -interesantes por fuera- y un señor sospechoso de serlo que portaba una flor de ese color en su robusto pecho aguantaban el tirón con paciencia de Job y contingencia urinaria como la de Peter Sellers en El Guateque.
De todos modos, casi nadie meaba ayer (por temor a perder su plaza en la trinchera), en ese garito pintado normalmente con tréboles y ayer con rojo y gualda nadie era realmente técnico. Ni profesional del balón. Algunos trataban de explicar las claves que podrían conducir al triunfo. Otros y otras se preguntaban qué pasaría si el partido acababa empate a cero o qué importancia tienen en el juego (verídico)las tarjetas amarillas.
"Me quiero morir". "Me muero". "Me estoy muriendo". Y eso es que únicamente lo más importante entre lo menos importante. Muchos pudieron paliar su sufrimiento antes. Otros granjear una plaza en la historia. Pero ni pudo Ramos, ni Villa, ni Cesc, ni -a Dios gracias- Robben. El único con tino suficiente para poner patas arriba una ciudad, una región, un país, un Estado y un Mundo fue un tipo no muy alto de un rincón de la Mancha con cara de Drácula asténico. Iniesta pensó, como siempre, más que el resto. Engatilló y golpeó. Entonces, y quedaban tres minutos para el final del cuento, un chorro de cerveza y otro de champán brotaron del cielo. Los presentes se abrazaron con su pareja, con sus amigos, con sus perfectos desconocidos. Todos mentaron su tabú preferido con rabia y todos -casi al unísono- achacaron el éxito a una prenda fetiche o a una conjunción de los astros. Se acabó. La cobertura de los móviles se fue y la noche amanecía a eso de las 23:15. "Campeones, campeones". Iker Casillas, que ya había hablado con sus lágrimas sobre el césped, se fue acercando con toda la pompa y boato precisas al encuentro con la Copa. Ya llevaba una estrella sobre el escudo. "Mi madre me cose una mañana mismo, que se le da muy bien".

Para colmo del paroxismo y orgía coral, alguien se da cuenta de que Pepe Reina llevaba una camiseta del Córdoba: "Sí, sí, mira, mira ... de esas de las de la paloma gigante, de cuando Sandokán". Claro, en ese preciso instante -si es que ya no estaba encumbrado- el hijo del consejero blanquiverde y también mítico portero se convirtió en la imagen de la noche. Demostró ser tan grande al acordarse de algo tan relativamente pequeño que su figura tan cerca de la Copa del Mundo la hacía absolutamente cerca. Suya y de ellos. Nuestra al fin y al cabo.
Mientras rodaban los minutos de la noche más perfecta, un mensaje que reproducía mejor que nada lo que estaba pasando sonó mudo en un teléfono que volvía perezosamente a la vida: "No hay palabras. Sólo sentimientos".



PUBLICADO POR EL DIA DE CORDOBA . ESCRITO POR TONI CRUZ





GRACIAS , CAMPEONES